Toda mi vida me han dicho que tenìa "capacidad para escribir". No tengo muy claro si se referìan a mi capacidad para agarrar bien un làpiz o para expresar mis pensamientos. Yo personalmente opto por lo segundo. El hecho de que siempre fuì algo tìmida probablemente haya sido un condimento esencial para volcar en las palabras sensaciones o ideas mas agradables al ojo humano, mejor que si las hubiera pronunciado. No sè...No sè nada. Sì estoy segura de que desde el invento de las computadoras, escribir en un teclado es un placer que hace mover mis manos àgilmente cual mariposas en lugar de terminar dolorida y con una paràlisis y deformaciòn òsea de la mano, consecuencia de escribir con tinta o con esas màquinas antiguas, tortuosas, que para que quede marcada una tecla tenìas que tener la fuerza de Arnold Schwarzenegger !
De chica leì mucho, pero mucho. Amaba sumergirme en los libros y viajar a diferentes mundos con mi imaginaciòn terriblemente creciente e imparable. En cambio para que mi hijo agarre un libro lo tengo que amenazar con quitarle la play, la tele, el blackberry y encima poner mi cara de rabia con espuna en la boca y todo. Sì, un monstruo-madre que sòlo anhela que su hijo no se pierda de vivir esos placeres del alma que sòlo da la lectura. Que esa magia y la capacidad de imaginar, de soñar que tiene encerradas, secuestradas sin luz ni agua en un rincòn de su cabecita puedan liberarse y echar a volar por el aire cual bandada de golondrinas...
En Marcelandia van a ir encontrando de todo. Hasta humor, porque sin humor de què color es la vida? Voy a escribir, pero tambièn voy a compartir letras de otros, mùsica, videos o todo lo que surja. Soy libre y les doy lugar a ustedes tambièn para que puedan ser libres en este espacio. Siempre con respeto. Al que se zafa lo echo. Asì de simple. Bienvenidos a Marcelandia. Adelante! Pasen y sièntanse còmodos. Prometo que no se van a aburrir...
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